Filosofía

La Casa Jean-François Thurot cultiva hoy en día las 8 hectáreas de viñas de una de las más prestigiosas propiedades vinícolas de la Côte d’Or, establecidas sobre los territorios de Nuits-Saint-Georges, Vosne-Romanée, Meursault y Puliginy-Montrachet.

Respetuosos de nuestras plantas, de nuestra tierra y de nuestro medioambiente, prodigamos a nuestras viñas el mismo cuidado y el mismo amor sin distinción; trátese los vinos de Nuits-Saint-Georges o trátese de los néctares de Richebourg y Montrachet.

Nuestro modo de cultivo ha permanecido muy tradicional. Los suelos de ciertas parcelas prestigiosas son abonados con estiércol de granja y en parsimonía: sólo dos hectáreas cada año. Este aporte de abono mantiene el equilibrio natural del suelo, conservando un cierto grado de pobreza que forzará a la viña a dar lo mejor de sí. Los viñedos no son nunca desherbados con productos químicos, sino que son trabajados constantemente en respeto de las tradiciones culturales tradicionales. Dos subsoladas de formas múltiples y superficiales.
A principios del invierno, nuestros viñadores efectúan una talla severa que limita el potencial cuantitativo en beneficio de la calidad con una madurez maximal.

En primavera, y únicamente en las mejores parcelas, utilizamos caballos para el arado y oxigenación del suelo. El deshoje seguido de la vendimia, más o menos a mediados de Septiembre cada año. Sin utilizar ni herbicidas, ni insecticidas químicos, favorizamos un crecimiento natural de las hierbas regulado por arados alternados.

Cosechamos nuestras uvas manualmente cuando llegan a su madurez antes de entrar en la bodega lo más rápido posible. Las vendimias son seleccionadas, las uvas son cuidadosamente despalilladas en gran mayoría de las cosechas producidas. Las maceraciones al frío en tinas cerradas permiten de extraer lo mejor de cada racimo de nuestras prestigiosas denominaciones.

El añejamiento en barricas de roble francés nuevo es largo y cuidadoso, seguido de un embotellamiento sin encolado ni filtrado, dando así por resultado grandes vinos de Borgoñam finos, precisos, elegantes y sedosos. Caracterizados por un alto potencial de guarda, nuestros vinos pueden ser degustados con placer en su juventud, después de haber sido descantados en una jarra, gesto apropiado para grandes botellas.

Nuestros vinos son de gran longevidad, lo que indica que hay que saber esperar, sobretodo los mejores años. Densos, firmes y estructurados, de una concentración excepcional, nuestros vinos desarrollan con el tiempo todas sus cualidades de fineza, elegancia y delicadeza.